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En enero del año pasado, investigadores militares recibieron un video que posiblemente reveló la conspiración más fea de la guerra americana en Afganistán. En el video, el soldado Louis Maxwell, héroe de Miami Gardens, se ve en un callejón polvoroso de Kabul, cayendo muerto después de un tiro fatal.
Aunque el guardaespaldas de las Naciones Unidas está rodeado por soldados afganos, nadie se mueve para ayudarlo. Ni siquiera detienen a un sospechoso en frente del callejón. Ni una sola alma buscó al asesino probable, un francotirador, en los edificios o las calles cercanas.
Solamente, se quedaron en sus puestos.
Sin embargo, las autoridades han atribuido la muerte de Maxwell a "fuego amigo," alegando que él fue matado accidentalmente por nuestros aliados.
"Eso es una tontería," dice su hermana mayor, Aijalon Muhammad. "Louis fue asesinado. No puedo entender por qué lo llaman 'fuego amigo.' Lo que pasó es obvio. Pero ni la ONU, ni ninguna otra organización quieren enfrentarse a los afganos."
Aunque acerca de 1,200 soldados americanos han muerto en Afganistán desde 2001, el caso de Maxwell es el más alarmante. Murió defendiendo a un equipo de monitores electorales de la ONU, el mismo equipo que había declarado la elección del presidente Hamid Karzai un fraude. Y es posible que Karzai lanzó el ataque que lo mató como venganza.
La ONU inicialmente buscó al asesino agresivamente, pero por varios meses no ha hecho casi nada con respecto al caso. Los Estados Unidos tampoco lo han investigado. La secretaria de estado americana, Hillary Clinton, visitó Afganistán la semana pasada, pero no dijo nada públicamente sobre Maxwell. Después de nueve meses de investigaciones, el FBI tampoco ha arrestado a nadie. Y el congresista Kendrick Meek, quien representa el distrito donde vive la familia de Maxwell, no está interesado en indagar más.
Y los afganos? Ellos son demasiado corruptos para que les importe la muerte. El hermano de Karzai está a cargo de un cártel de opio. Y el propio líder afgano ha protegido a compadres responsables por robos de más de un billón de dólares en ayuda estadounidense cada año. Es indiscutible que también ha cometido fraude electoral masivo.
"Louis Maxwell fue mártir de un momento particular de fraude electoral," dice Matthew Lee, un blogger y activista quien por meses ha presionado a la ONU acerca del caso. "El problema es que los Estados Unidos y la ONU están acostados con Karzai para bien o para mal."
Es difícil averiguar exactamente qué es lo que se ha investigado. La ONU no publicará su reporte oficial, según el portavoz Nicolás Burnbach. Y el FBI no quiere comentar acerca del caso. (Para leer más acerca de la vida y la muerte de Louis Maxwell, vea la primera y la segunda parte de 'Héroe Olvidado.')
Los detalles que conocemos los obtuvimos después de entrevistas con dos oficiales de la ONU que no quieren sus nombres publicados y de una conferencia de prensa que la subsecretaria general de la ONU, Susana Malcorra, dió en Nueva York en abril.
El diciembre pasado, la ONU nombró a Andrew Hughes, un australiano ex jefe de policía, como investigador en el caso. Antes de comenzar oficialmente en enero, él obtuvo el video del asesinato de Maxwell y lo autenticó rápidamente.
La organización compartió el video con el FBI. Consecuentemente, a principios de marzo, los investigadores fueron a la casa pequeña de la familia de Maxwell a informarles que soldados afganos — no terroristas — habían matado a Louis. Eran sólo tres semanas antes de que hubiera cumplido 28 años.
"Eso volcó nuestro mundo boca abajo," recuerda Aijalon Muhammad, vestida con una camiseta de la Marina americana, uno de los últimos regalos de su hermano. "Nos dijeron una cosa, y después algo completamente distinto. Fue muy doloroso."
La investigación de la ONU confirmó que hubieron tres atacantes vestidos como policías afganos. De alguna manera, ellos lograron penetrar la guardia afgana que cuidaba la pensión Bakhtar, y abrieron fuego contra los huéspedes, hiriendo a nueve y matando a cinco.
Los atacantes se suicidaron antes que llegara el respalde militar afgano en helicóptero y coches. Maxwell, quién tenia su carné de la ONU en su persona, se había subido al techo para ayudar a los monitores electorales a escapar. Ahí lo hirieron, pero no fatalmente.
Desde el techo, se cayó o saltó a la tierra — no sabemos con certeza cuál — y corrió al interior para rescatar a una mujer atrapada. Después de salir, se acercó a un Humvee militar rodeado de soldados afganos, y alguien le disparó. En el video, que la revista alemana Der Stern publicó semanas antes de la ONU reconoció su existencia, se escuchan tres disparos antes de que Maxwell cae.
"Mi hermano pensó que se escapó, que estaba libre," explica Muhammad. "Pero entonces lo mataron."
Médicos militares le hicieron una autopsia al cuerpo en la base militar de Dover, Delaware, donde descubrieron que Maxwell había sido asesinado con un AK-47. Pero se reveló una discrepancia entre el video y la evidencia forense, según subsecretaria Malcorra. "Estaba rodeado de gente y le dispararon desde larga distancia," le dijo a reporteros. "Esa fue la causa de su muerte — un tiro de larga distancia."
Por lo tanto, es posible que alguien lo mató erróneamente. Pero cuando los reporteros quisieron saber a qué distancia, ella se negó a darla, simplemente explicando que habían sido "mas de cinco metros." Esto quiere decir que oficiales fuera de la imagen del video también le pudieron haber disparado, incluyendo posiblemente el hombre que estaba en frente del callejón donde Maxwell murió.
Reporteros han confirmado que el asesinato aparentemente fue a corta distancia. NBC News, el único otro medio además de New Times (y el blogger, Matthew Lee) que han seguido el caso, contrató a Jack Jacobs, un coronel retirado y ganador de la Medalla de Honor, para estudiar el video. El concluyó: "Dos soldados de seguridad afgana cruzaron la calle y le dispararon a Maxwell."
El gobierno afgano respondió con una negación enigmática. "Hemos aceptado que hubo un bombardero en uniforme de policía que le disparó a todo el mundo," le dijo a NBC News Zemarai Bashary, un portavoz del Ministerio del Interior afgano. "Es posible que le haya disparado a [Maxwell.]"
Efectivamente, después que la ONU le entregó las conclusiones de su investigación, Karzai despidió al ministro del interior, Hanif Atmar.
Los dos oficiales anónimos de la ONU culpan a la administración de Barack Obama por no obligar a los afganos a investigar la muerte. El gobierno de Karzai ya ha arrestado a varios presuntos terroristas que "permitieron a estos atacantes entrar a Kabul y atacar la casa," según Macorra. Por lo tanto, con presión política adecuada, el gobierno afgano puede hacer más.
"La ONU simplemente no quiere más problemas, los EE UU no están haciendo nada," dice Lee, el blogger. "Y los afganos no quieren investigar."
En el gobierno americano, que hasta ahora ha gastado 285 billones de dólares en la guerra, nadie quiere hablar acerca de Maxwell. Esto es raro. Generalmente, a los dirigentes americanos les encanta elogiar a los héroes militares. "El FBI está investigando la muerte, y no puedo decir nada más acerca del asunto," me dijo un portavoz del Departamento de Estado, Noel Clay la semana pasada. "Puedo confirmar que la oficina del FBI en Washington está investigando, " dijo una portavoz del FBI, Katherine Schweit. "Nada más."
Hasta el candidato al Senado Kendrick Meek, quién visitó a la familia después del asesinato, habla acerca de Maxwell en términos generales: "No le olvidaremos," me dijo en una declaración escrita cuando le pregunté porque no ha presionado más a los afganos con una investigación.
La conclusión mas lógica que puedo derivar de toda esta reticencia es que el gobierno de Karzai — quién nosotros apoyamos y necesitamos — organizaron el ataque a la pensión. Después de todo, fueron las quejas de fraude de los monitores lo que provocaron la segunda vuelta electoral.
Y el ataque funcionó. La ONU no solo inmediatamente sacó a la mitad de su delegación del país, pero el oponente de Karzai, Abdullah Abdullah, abandonó la competencia después de que líderes occidentales sugirieron que su participación podría estimular más violencia.
"Lo sacrificaron," dice Lee. "Tenemos que recordar que los Estados Unidos y las Naciones Unidas quieren buenas relaciones con el gobierno afgano, y no desean que una investigación concluya que Karzai — tal vez intencionalmente — mató a Maxwell."
Aijalon Muhammad y su familia, incluyendo los dos hijos de Louis, uno de un año y otro de ocho, esperan que la muerte del héroe condecorado no se pierda en el enredo político que es este conflicto en Afganistán. "Cada día me levanto y lloro," ella dice. "No comprendo por qué es que nadie está presionando a los afganos a entregar a los asesinos. Simplemente no entiendo cómo no lo están haciendo."
